Ellas no se consideran el sexo débil, pues son capaces de cambiar un
caucho, atar un winche cubiertas de fango, empujar el carro si es necesario y
como si fuera poco, manejar un GPS, todo sea por competir y hacer que su team
gane. Conozca de cerca a estas cuatro féminas catalogadas como todoterreno
Ada Victoria
Serrano
Bajo control
Organizar, formar parte del jurado y competir son algunas de las actividades que realiza Verónica de Vivas
dentro del fascinante mundo de los 4x4.
Con
aproximadamente seis años de experiencia manejando y acompañando al piloto de
turno, Vivas ha llegado hasta las pistas de Carúpano y Puerto La Cruz con la
adrenalina a millón para apoderarse del duelo que implica ser participar en un trial
o rally.
En
Bolívar ha tenido la oportunidad de formar parte del staff de organizadores de
este tipo de eventos, no obstante, no ha dejado de pilotear su rústico en los
encuentros que se realizan.
Su
afición se inició gracias a la relación directa que ha mantenido con los
rústicos, sin embargo, señala que gran parte de su dedicación se la debe a su
esposo con quien comparte el gusto de hacer expediciones e ir a rutas extremas.
“Inicialmente nos íbamos a pasar un
domingo diferente como aficionados en Bolívar, Barcelona, Punta de Mata o
Maturín, lugares en donde se hace con mayor frecuencia las competencias en trial,
hasta luego llegar a Sucre, Caracas, Valencia y San Juan de los Morros, en
donde hemos conseguido unos buenos lugares dentro de las premiaciones”.
Asimismo, señala
que siempre está involucrada en la parte de apoyar a su esposo y defenderlo en
la pista. “Es un deporte en el cual debe existir una persona que resguarde la
exactitud de las puntuaciones porque es delicado, a pesar de ser una actividad rústica
es muy detallista, pues te pueden
amonestar por faltas que te llevarían a un segundo o tercer lugar”.
Verónica,
junto a su esposo formaron el equipo denominado Trepa Mata, su nombre se
debe a que en las rutas que hacían en el salto El Mono eran tan extremas que el
pasar por encima de los troncos caídos sobre la carretera era inevitable y como
su auto no respetaba ni siquiera una mata caída surgió la idea.
Actualmente,
esta mujer todoterreno compite con su SJ-40 año 87, el cual tiene
bloqueadores tanto adelante como atrás, un motor básico, planta MSD para que
las revoluciones funcionen mejor, cauchos swamper que son de mayor arrastre
para superar los obstáculos cuando hay fango, pero conserva original su
carrocería. De cambiarle algo a su joya automotriz, dice que le quitaría peso
para mejorar su desempeño.
Para Verónica lo
único que necesita una mujer en esta
práctica es ser muy ecuánime, porque el riesgo es grande; sin embargo,
no deja de reservar sus fines de semana para ir a las pistas y cuando le toca
viajar, se lleva a toda la familia.
Sin miedo a nada
Desde los 11 años
Angelina Marconi Borges piloteaba los rústicos de su padre, no obstante, fue a
los 9 cuando aprendió a manejar un auto.
“Mi
primer carro fue uno de esos machos techo duro a los 16 años. Luego me casé y
me compré un machito y siempre he estado en el mundo de los rústicos, pero no
me atrevía a participar en un rally por
aquello de los bebés. Sin embargo, con mi grupo de amigos me fui involucrando
como colaboradora”.
Hace
tres años comenzó a tomar esta actividad
como hobby, especialmente en rally 4x4, por ello, hace un año formó su
equipo Wiuuu pp 4x4.
“Decidimos hacerlo
porque el grupo con quien estábamos organizaba este tipo de eventos, nos cuidaban demasiado y cuando queríamos
participar directamente no nos dejaban, es por esto que un día decidimos que
nos íbamos a inscribir en el Rally Aventura y todos se molestaron. Nos
lanzamos, conseguimos patrocinantes y nos divertimos un imperio”.
Comentando
entre las anécdotas que implica ser una mujer todoterreno, Angelina
recuerda que una vez se quedó sumergida en un río y su copiloto se tuvo que
lanzar con una eslinga para enganchar el carro. Al parecer el grupo que las
ayudó se quedó atorado y les tocó amanecer hasta las 9 de la mañana del otro
día. “Ahí dormimos, comimos hasta que por fin regresamos al campamento”.
Esta
educadora de profesión ha logrado adquirir su mayor experiencia en los llamados
rally y ha participado en los
realizados en la fincas: El Yopal vía a Los Castillos de Guayana y Panamo vía a Maturín.
El
auto con el que compite es una Hilux 4 cilindros, la cual se conserva como de
fabrica, lo único que le cambia son los cauchos cuando el duelo está en la
mira. De mejorarlo, Marconi señala que le colocaría un snorkel, winche y
bloqueadores para que tenga más fuerza. Sobre todo el primero porque el
obstáculo más difícil de superar es el pasar por un río, ya que la camioneta
siempre se ahoga, comenta jocosamente.
“Yo
sigo con los rally porque para mí lo rico es perderse y buscar en la
hoja la ruta, además con esta modalidad hay más participación con el copiloto”
agrega.
En
cuanto al kit que una mujer debe llevar a esta aventura, Angelina señala que no
puede faltar una cava con bebidas por el calor, aire acondicionado porque se
traga mucha tierra, los primeros auxilios básicos, ropa cómoda, comida
suficiente, a resumidas cuentas “no llevar mucho pereto, sólo lo necesario”.
“Una
mujer 4x4 debe tener ganas de competir y no sentir temor. Lo importante es
lanzarse a la aventura, puedes dañar el carro, pero más nada. Además, debe
gustarle empichacarse, dormir en la intemperie, en chinchorro o carpa. Vas a
ensuciarte y embarrialarte, pero se comparte con los amigos quienes siempre te
cuidan”.
La mejor aliada
“Decidí
entregarme al grupo de las mujeres”, señala Glisett Quijada López en cuanto a
su participación en los Rally Aventura y Rusti Triall.
Quijada
ha invertido 8 años de los 27 que tiene en este pasatiempo y hoy en día es la
copiloto consentida de Angelina Marconi.
Anteriormente,
era piloto de competencia, pero para crear un equipo propio realizó una alianza
de féminas con Marconi para lanzarse sin hombres a la competencia.
Como copiloto
Glisett tiene la responsabilidad de bajarse en la ruta con el objetivo de poner
la eslinga, empujar si tiene que hacerlo cuando el auto se queda atorado en el
fango, además coloca los candados, maneja el GPS, saca las cuentas y mide el
tiempo que llevan y el que les resta.
No
cabe duda, que la parte más fuerte la tiene esta figura en la competencia, ya
que el piloto hace lo que el copiloto le indica, éste es quien dirige el
trayecto.
El
apoyarse en un GPS es de gran ayuda porque orienta a los participantes cuando se pierde un punto
en específico, por ello Quijada está pendiente de éste. Además, cuando es
necesario en las travesías extremas Glisett se debe bajar para ver por dónde
van a pasar.
“En
el Rally Aventura el auto se quedó atorado en el río y me tuve que bajar
con el agua hasta el cuello y cubierta de barro me tocó ponerle los cándados y
la eslinga al carro. Sin bañarnos, sin comer, con los sapos y con todo lo que
hay en monte tratamos de sacar el auto durante la noche y tuvimos que esperar
hasta el otro día para que los organizadores nos ayudaron a sacarlo”, comenta.
Glisett,
quien por cierto es educadora fuera de la pista, define a una todoterreno
como “una mujer guerrera, cmpetidora no sólo en este mundo de rústicos, sino en
toda las labores femeninas, porque muchas tienen hijos, hogar y oficios
diarios, pero también tenemos el disfrute y le demostramos al hombre que
podemos hacerlo solas, sin ayuda de ellos”.
Niña guerrera
Alicia García
González tiene aproximadamente 14 años en el mundo de los rústicos como
copiloto y 12 frente al volante.
En su larga
experiencia señala que como mujer la mayor dificultad que ha tenido es ser la
única niña que viaja a los triall, piques y full raise con el
grupo de hombres, lo cual ha traído consigo falsos mitos.
“Te tildan como el
sexo débil, como la que no puede halar un winche o cambiar un caucho, pero
gracias a Dios y a la ayuda de José María Gavá “Pepi” y a Javier Vivas, quienes
me iniciaron en este mundo, yo ya he aprendido eso y mucho más”, afirma García.
Alicia compitío por
primera vez como piloto en un rally selvático y el año pasado se atrevió a
sumarse a la aventura de medir su capacidad al lado de 130 contrincantes. En
este encuentro llegó de número 11 siendo la única mujer en la pista y
considerando que salió de número 26. “Todos mis profesores viajaban delante de
mi, pero puse en práctica todos los conocimientos, a parte de tener un copiloto
que fue lo máximo para que la experiencia fuera satisfactoria”.
“Antes de estar acá
yo era una niña fresa, nada que ver con los rústicos y después que comencé a
ver cómo cambiaban los cauchos, revisaban la suspensión, entre otras cosas me
inicié. Me gusta aprender porque todo lo que es conocimiento es enriquecimiento
para el ser humano y ya que estoy en este medio me ha tocado hasta cambiar un
arranque”, comenta García.
Además
de competir, Alicia también es organizadora de estas actividades en la región y
ha fungido como juez para promover este pasatiempo. Su gusto la ha llevado a
formar parte de un grupo conocido como Aventura Rally Guayana, encargado
de velar por la logística de este tipo de eventos.
“Las mujeres en
Puerto Ordaz manejan muy bien y les gusta, el problema para sumarse es el
carro, pero es como una premisa que siempre digo 'si no sabes, tienes que
aprender y para aprender lo tienes que hacer, sino no tienes vida'”, agrega.
García compite con
un jeep del año 89 que está sencillo, señala que sólo tiene buenos cauchos,
motor en perfecto estado y un poco de suspensión.
Con tiempo para
atender su agencia de viajes y hacer el mantenimiento general a su vehículo,
Alicia señala que cuando se compite es necesariodejar todos los cosméticos en
casa, pero eso tampoco implica que tienes que andar desarreglada, por ello
recomienda tener unas buenas botas o zapatos cómodos, un pantalón largo,
navaja, linterna, multi herramienta y ¡listo! directo a la aventura. “Una vez
que le agarras el gusto, ya no lo puedes soltar, fíjate yo que tengo ya 14 años
en esto”.
Una mujer 4x4 según
Alicia García es como ella misma, “una persona que no le tiene miedo a nada y
es guerrera; es una mujer que si tiene que echar pico y pala, meterse en un
monte o un río para que su team gane lo hace. Tiene conocimiento de mecánica y
se deja querer por todo el mundo”.
Ojo en la pista
La competencia 4x4
se divide por categoría y una de ellas en el trial consiste en un
circuito que asemeja una ruta extrema, en el cual se debe superar los
obstáculos que se presentan en la pista.
Normalmente tiene
una duración de 10 minutos donde el competidor tiene que demostrar su destreza
y capacidad al volante para superar cada obstrucción. Hay tres amonestaciones
por circuito y la pista esta delimitada
por banderines.
El rally puede ser: extremo, fuerte o leve. Se
cronometra entre tramo y tramo, varía según la hora de salida y la prueba es
organizada por secciones. En esta categoría también hay una serie de obstáculos
que resultan impredecibles para el equipo por la naturaleza. Por lo general, se
realiza en un circuito cerrado alejado del tráfico diario en un terreno
crítico.
Para participar en
un encuentro regional, generalmente se cancela una inscripción que está
alrededor de los cien mil bolívares dependiendo de la zona y la cantidad de
participantes. Sin embargo, los premios pueden llegar hasta los dos millones
para el primer lugar. Después de todo, ¿te unes a la aventura que implica ser
una todoterreno?
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