jueves, 10 de mayo de 2012

4 mujeres X 4 rústicos




Ellas no se consideran el sexo débil, pues son capaces de cambiar un caucho, atar un winche cubiertas de fango, empujar el carro si es necesario y como si fuera poco, manejar un GPS, todo sea por competir y hacer que su team gane. Conozca de cerca a estas cuatro féminas catalogadas como todoterreno

 Ada Victoria Serrano

Bajo control
            Organizar, formar parte del jurado y competir son algunas de las actividades que realiza Verónica de Vivas dentro del fascinante mundo de los 4x4.
            Con aproximadamente seis años de experiencia manejando y acompañando al piloto de turno, Vivas ha llegado hasta las pistas de Carúpano y Puerto La Cruz con la adrenalina a millón para apoderarse del duelo que implica ser participar en un trial o rally.
            En Bolívar ha tenido la oportunidad de formar parte del staff de organizadores de este tipo de eventos, no obstante, no ha dejado de pilotear su rústico en los encuentros que se realizan.
            Su afición se inició gracias a la relación directa que ha mantenido con los rústicos, sin embargo, señala que gran parte de su dedicación se la debe a su esposo con quien comparte el gusto de hacer expediciones e ir a rutas extremas.
            “Inicialmente nos íbamos a pasar un domingo diferente como aficionados en Bolívar, Barcelona, Punta de Mata o Maturín, lugares en donde se hace con mayor frecuencia las competencias en trial, hasta luego llegar a Sucre, Caracas, Valencia y San Juan de los Morros, en donde hemos conseguido unos buenos lugares dentro de las premiaciones”.
Asimismo, señala que siempre está involucrada en la parte de apoyar a su esposo y defenderlo en la pista. “Es un deporte en el cual debe existir una persona que resguarde la exactitud de las puntuaciones porque es delicado, a pesar de ser una actividad rústica es muy detallista,  pues te pueden amonestar por faltas que te llevarían a un segundo o tercer lugar”.
            Verónica, junto a su esposo formaron el equipo denominado Trepa Mata, su nombre se debe a que en las rutas que hacían en el salto El Mono eran tan extremas que el pasar por encima de los troncos caídos sobre la carretera era inevitable y como su auto no respetaba ni siquiera una mata caída surgió la idea.
            Actualmente, esta mujer todoterreno compite con su SJ-40 año 87, el cual tiene bloqueadores tanto adelante como atrás, un motor básico, planta MSD para que las revoluciones funcionen mejor, cauchos swamper que son de mayor arrastre para superar los obstáculos cuando hay fango, pero conserva original su carrocería. De cambiarle algo a su joya automotriz, dice que le quitaría peso para mejorar su desempeño.
Para Verónica lo único que necesita una mujer en esta  práctica es ser muy ecuánime, porque el riesgo es grande; sin embargo, no deja de reservar sus fines de semana para ir a las pistas y cuando le toca viajar, se lleva a toda la familia.

Sin miedo a nada
Desde los 11 años Angelina Marconi Borges piloteaba los rústicos de su padre, no obstante, fue a los 9 cuando aprendió a manejar un auto.
            “Mi primer carro fue uno de esos machos techo duro a los 16 años. Luego me casé y me compré un machito y siempre he estado en el mundo de los rústicos, pero no me atrevía a  participar en un rally por aquello de los bebés. Sin embargo, con mi grupo de amigos me fui involucrando como colaboradora”.
            Hace tres años comenzó a  tomar esta actividad como hobby, especialmente en rally 4x4, por ello, hace un año formó su equipo Wiuuu pp 4x4.
            “Decidimos hacerlo porque el grupo con quien estábamos organizaba este tipo de eventos,  nos cuidaban demasiado y cuando queríamos participar directamente no nos dejaban, es por esto que un día decidimos que nos íbamos a inscribir en el Rally Aventura y todos se molestaron. Nos lanzamos, conseguimos patrocinantes y nos divertimos un imperio”.
            Comentando entre las anécdotas que implica ser una mujer todoterreno, Angelina recuerda que una vez se quedó sumergida en un río y su copiloto se tuvo que lanzar con una eslinga para enganchar el carro. Al parecer el grupo que las ayudó se quedó atorado y les tocó amanecer hasta las 9 de la mañana del otro día. “Ahí dormimos, comimos hasta que por fin regresamos al campamento”.
            Esta educadora de profesión ha logrado adquirir su mayor experiencia en los llamados rally y ha participado  en los realizados en la fincas: El Yopal vía a Los Castillos de Guayana y  Panamo vía a Maturín.
            El auto con el que compite es una Hilux 4 cilindros, la cual se conserva como de fabrica, lo único que le cambia son los cauchos cuando el duelo está en la mira. De mejorarlo, Marconi señala que le colocaría un snorkel, winche y bloqueadores para que tenga más fuerza. Sobre todo el primero porque el obstáculo más difícil de superar es el pasar por un río, ya que la camioneta siempre se ahoga, comenta jocosamente.
            “Yo sigo con los rally porque para mí lo rico es perderse y buscar en la hoja la ruta, además con esta modalidad hay más participación con el copiloto” agrega.
            En cuanto al kit que una mujer debe llevar a esta aventura, Angelina señala que no puede faltar una cava con bebidas por el calor, aire acondicionado porque se traga mucha tierra, los primeros auxilios básicos, ropa cómoda, comida suficiente, a resumidas cuentas “no llevar mucho pereto, sólo lo necesario”.
            “Una mujer 4x4 debe tener ganas de competir y no sentir temor. Lo importante es lanzarse a la aventura, puedes dañar el carro, pero más nada. Además, debe gustarle empichacarse, dormir en la intemperie, en chinchorro o carpa. Vas a ensuciarte y embarrialarte, pero se comparte con los amigos quienes siempre te cuidan”.
           
La mejor aliada
            “Decidí entregarme al grupo de las mujeres”, señala Glisett Quijada López en cuanto a su participación en los Rally Aventura y Rusti Triall.
            Quijada ha invertido 8 años de los 27 que tiene en este pasatiempo y hoy en día es la copiloto consentida de Angelina Marconi.
            Anteriormente, era piloto de competencia, pero para crear un equipo propio realizó una alianza de féminas con Marconi para lanzarse sin hombres a la competencia.
Como copiloto Glisett tiene la responsabilidad de bajarse en la ruta con el objetivo de poner la eslinga, empujar si tiene que hacerlo cuando el auto se queda atorado en el fango, además coloca los candados, maneja el GPS, saca las cuentas y mide el tiempo que llevan y el que les resta.
            No cabe duda, que la parte más fuerte la tiene esta figura en la competencia, ya que el piloto hace lo que el copiloto le indica, éste es quien dirige el trayecto.
            El apoyarse en un GPS es de gran ayuda porque orienta  a los participantes cuando se pierde un punto en específico, por ello Quijada está pendiente de éste. Además, cuando es necesario en las travesías extremas Glisett se debe bajar para ver por dónde van a pasar.
            “En el Rally Aventura el auto se quedó atorado en el río y me tuve que bajar con el agua hasta el cuello y cubierta de barro me tocó ponerle los cándados y la eslinga al carro. Sin bañarnos, sin comer, con los sapos y con todo lo que hay en monte tratamos de sacar el auto durante la noche y tuvimos que esperar hasta el otro día para que los organizadores nos ayudaron a sacarlo”, comenta.
            Glisett, quien por cierto es educadora fuera de la pista, define a una todoterreno como “una mujer guerrera, cmpetidora no sólo en este mundo de rústicos, sino en toda las labores femeninas, porque muchas tienen hijos, hogar y oficios diarios, pero también tenemos el disfrute y le demostramos al hombre que podemos hacerlo solas, sin ayuda de ellos”.

Niña guerrera
Alicia García González tiene aproximadamente 14 años en el mundo de los rústicos como copiloto y 12 frente al volante.
En su larga experiencia señala que como mujer la mayor dificultad que ha tenido es ser la única niña que viaja a los triall, piques y full raise con el grupo de hombres, lo cual ha traído consigo falsos mitos.
“Te tildan como el sexo débil, como la que no puede halar un winche o cambiar un caucho, pero gracias a Dios y a la ayuda de José María Gavá “Pepi” y a Javier Vivas, quienes me iniciaron en este mundo, yo ya he aprendido eso y mucho más”, afirma García.
Alicia compitío por primera vez como piloto en un rally selvático y el año pasado se atrevió a sumarse a la aventura de medir su capacidad al lado de 130 contrincantes. En este encuentro llegó de número 11 siendo la única mujer en la pista y considerando que salió de número 26. “Todos mis profesores viajaban delante de mi, pero puse en práctica todos los conocimientos, a parte de tener un copiloto que fue lo máximo para que la experiencia fuera satisfactoria”.
“Antes de estar acá yo era una niña fresa, nada que ver con los rústicos y después que comencé a ver cómo cambiaban los cauchos, revisaban la suspensión, entre otras cosas me inicié. Me gusta aprender porque todo lo que es conocimiento es enriquecimiento para el ser humano y ya que estoy en este medio me ha tocado hasta cambiar un arranque”, comenta García.
            Además de competir, Alicia también es organizadora de estas actividades en la región y ha fungido como juez para promover este pasatiempo. Su gusto la ha llevado a formar parte de un grupo conocido como Aventura Rally Guayana, encargado de velar por la logística de este tipo de eventos.
“Las mujeres en Puerto Ordaz manejan muy bien y les gusta, el problema para sumarse es el carro, pero es como una premisa que siempre digo 'si no sabes, tienes que aprender y para aprender lo tienes que hacer, sino no tienes vida'”, agrega.
García compite con un jeep del año 89 que está sencillo, señala que sólo tiene buenos cauchos, motor en perfecto estado y un poco de suspensión.
Con tiempo para atender su agencia de viajes y hacer el mantenimiento general a su vehículo, Alicia señala que cuando se compite es necesariodejar todos los cosméticos en casa, pero eso tampoco implica que tienes que andar desarreglada, por ello recomienda tener unas buenas botas o zapatos cómodos, un pantalón largo, navaja, linterna, multi herramienta y ¡listo! directo a la aventura. “Una vez que le agarras el gusto, ya no lo puedes soltar, fíjate yo que tengo ya 14 años en esto”.
Una mujer 4x4 según Alicia García es como ella misma, “una persona que no le tiene miedo a nada y es guerrera; es una mujer que si tiene que echar pico y pala, meterse en un monte o un río para que su team gane lo hace. Tiene conocimiento de mecánica y se deja querer por todo el mundo”.


Ojo en la pista
La competencia 4x4 se divide por categoría y una de ellas en el trial consiste en un circuito que asemeja una ruta extrema, en el cual se debe superar los obstáculos que se presentan en la pista.
Normalmente tiene una duración de 10 minutos donde el competidor tiene que demostrar su destreza y capacidad al volante para superar cada obstrucción. Hay tres amonestaciones por circuito  y la pista esta delimitada por banderines.
 El rally puede ser: extremo, fuerte o leve. Se cronometra entre tramo y tramo, varía según la hora de salida y la prueba es organizada por secciones. En esta categoría también hay una serie de obstáculos que resultan impredecibles para el equipo por la naturaleza. Por lo general, se realiza en un circuito cerrado alejado del tráfico diario en un terreno crítico.
Para participar en un encuentro regional, generalmente se cancela una inscripción que está alrededor de los cien mil bolívares dependiendo de la zona y la cantidad de participantes. Sin embargo, los premios pueden llegar hasta los dos millones para el primer lugar. Después de todo, ¿te unes a la aventura que implica ser una todoterreno?

No hay comentarios:

Publicar un comentario