jueves, 10 de mayo de 2012

Parque La Llovizna: Maravilla utilitaria



            Contemplar un oasis vegetativo con tonalidades selváticas, no es el único atractivo que hace de este parque un icono en la región guayanesa. Este epicentro de la naturaleza abre un abanico de alternativas a todos sus invitados con múltiples actividades, que además de ser divertidas, son satisfactorias para el bienestar físico y mental

Ada Victoria Serrano
Fotografía: Luis Castillo

            Sentir en el rostro un sinfín de gotas rosar la piel, en compañía de pinceladas que dibujan  una cascada de veinte metros y una muralla de rocas precámbricas, es un espectáculo que sumerge a quien lo observe en una grata atmósfera espiritual. Un paseo en el parque La Llovizna es más de lo que percibimos con la vista, es un escenario que reúne esparcimiento, distracción, calma y armonía en un sólo lugar.
            Adentrarse en este paraje natural se convierte en una excursión plácida y didáctica, ya sea corriendo, caminando o simplemente observando el momento ideal para capturar exóticas imágenes con una cámara fotográfica.
            El encanto vegetal que se exhibe en 160 hectáreas ofrece abundante información ecológica referente a los atractivos que posee la zona. Caminos de piedras, raudales, jardines, bosques, helechos, malangas y orquídeas presentan un carnaval natural que se posa ante los ojos de quien lo admira.
            Detallar los colores, formas, texturas y hasta olores de la vegetación que allí se refugia, es una experiencia que le brindará la mejor inversión de tiempo que haya realizado. Pero si usted, es de los que le gusta un poco más de acción y adrenalina, amarre sus trenzas porque en el parque encontrará espacios de sobra para sentir su corazón latir más rápido.
            Luis Alberto Geraldino, Consultor de Asuntos Públicos del Ecomuseo del Caroní, institución adscrita a CVG Edelca, empresa encargada de velar, controlar y planificar las actividades y usos del parque La Llovizna, comenta que todas las caminerías están a la disposición de los visitantes que de manera organizada programen eventos deportivos.
            Generalmente las caminatas planteadas por instituciones públicas o privadas son cortas, y oscilan de los 4 a 6 km, tomando como horario predilecto desde las 5 y media a 9 de la mañana,   horas en donde se registra un promedio aproximado de 400 personas. En definitiva, como afirma Geraldino “el parque lo abren y lo cierran sus usuarios”.
           
Encanto alternativo
            El aire puro que se respira en La Llovizna es lo más buscado para la práctica de tendencias como el Yoga y el Tai Chi. Elías Villegas, instructor de esta última, expone que son muchas las condiciones que ofrece el parque, pues “vivimos en una ciudad congestionada, en donde las personas buscan una escapatoria a su rutina como el contacto con la naturaleza, permitiendo esa integración”.
            Para esto se recomienda los escenario de La Llovizna, en donde se han canalizado el ejercicio de estas técnicas en horas muy tempranas de la mañana. Los lugares más idóneos son los espacios abiertos con superficie plana y sobre grama.
            “La naturaleza aporta esos ingredientes necesarios que permiten la  relajación requerida por el Tai Chi; desconectarse de la urbe es psicológico, y la  forma más natural de hacerlo, es al aire libre”, agregó Villegas.
            Como dato curioso, en el parque están concentrados los cinco elementos de la energía material: fuego, tierra, metal, agua y madera, fundamentos orientales que ofrecen beneficios terapéuticos para el organismo.
            Asimismo, otros espacios en donde la mano del hombre dejó su huella en La Llovizna, como el “Teatro de Piedra”, son utilizados para hacer bailoterapia, técnica que ayuda a mantener el buen humor, liberando tensiones, ansiedad y depresión.
            Esta obra fue construida con las piedras del proyecto Macagua II, brindando particulares condiciones de acústica que son aprovechadas los últimos viernes de cada mes por el grupo de empresas CVG con una serie actividades culturales. Presentaciones de agrupaciones de danzas, obras de teatro y hasta espectáculos musicales, son algunas de las múltiples opciones de disfrute que dan vida a este sitio gracias a esta institución. Otra razón para exprimir el jugo de bondades que ofrece este lugar de esparcimiento.

Recreación y servicio
            De principio a fin La Llovizna es una  ruta de diversión. En la entrada encontrará el denominado “Centro Artesanal”, ubicado en una maloca doble. Allí un grupo de destacados artistas exponen una muestra de orfebrería, pintura, escultura, pedrería, trabajos en cuero, madera y barro, destacando los aspectos que identifican culturalmente a la región.
            Esta actividad está enfocada a la creación de microempresarios, fomentando el desarrollo regional y la producción nacional. Además, deja carta abierta a todos los turistas que quieran llevar un hermoso recuerdo del lugar.
            En el trayecto de las zonas recreativas más buscadas, usted encontrará la laguna El Danto en su itinerario. En este punto hallará varias embarcaciones que le darán otro tinte a su visita. Kayak, canoas y pedal botes son las alternativas que puede abordar para observar la naturaleza desde otro ángulo, además de  brindarle la oportunidad de alimentar a los peces.
            Pero si usted prefiere hacer un cómodo paseo, la opción es el sistema de trencitos internos. El recorrido de este peculiar medio de transporte dura 25 minutos aproximadamente, con una capacidad máxima para 42 personas en dos rutas. La primera es corta y llega directo al Salto La Llovizna, mientras que la otra es larga y tiene nueve estaciones.
            Recuerde, que ya sea caminando o trotando, a pie o remando, buscando relax, liberando tensiones o simplemente compartiendo un rato en familia, La Llovizna le ofrece una estancia fructífera de punta a punta, disfrútela al máximo, y si requiere ayuda, no dude en preguntar lo que guste a cualquiera de los 14 guardaparques que están cuidando de usted y su entorno.

Cuidando los detalles
            Para emprender  la aventura ecológica que implica este recorrido, es necesario que tome ciertas medidas -guerra avisada no mata a trotador y si lo mata ¡que horror!-  ya que los mosquitos, el sol y hasta el atuendo pueden convertirse en su enemigo, tornando gris la dulce travesía. Por esto se sugiere vestir ropa cómoda, hacer uso de gorras, repelente de mosquitos, lentes de sol y protector, para que no regrese colorado a casa.
            Otra de las recomendaciones, si va en plan de ejercitarse, es llevar reservas de agua, este preciado líquido lo acompañará hidratando su cuerpo y haciendo más saludable la velada.
            De igual forma, considere no caer en la tentación de realizar fogatas mientras esté dentro de las instalaciones, ni utilizar fuegos artificiales, ni colchones inflables.
            Finalmente, tome en cuenta que el uso de motos, bicicletas, monopatines, patinetas y otros medios sobre ruedas quedan totalmente descartados en el paseo, pues podrían entorpecer el trayecto de los caminadores que desean disfrutar un ambiente de relajado en el parque. Recuerde que confiar en sus dos extremidades inferiores, le ahorrará incomodidades y físicamente será más productivo para usted.





















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