jueves, 10 de mayo de 2012

Tras el pavón guayanés



Unos lo persiguen para echarlo al sartén,  mientras que otros simplemente se suman a la aventura de su pesca para sentirse dueños del río y compartir un pasatiempo. Bien sea, para degustarlo o por afición,  la captura de este pez se ha convertido en una fiebre que requiere además de  precisión y  paciencia,  un toque de suerte

Ada Victoria Serrano
Fotografías: Luis Castillo


            Después de una larga espera, la dulce recompensa para el pescador llegó, un jalón en su caña le indica que ya el pez mordió el señuelo. Comenzó la batalla de sobrevivencia para el pavón y quizás una guerra de habilidades para su seguidor. El destino de este animal vertebrado tiene dos caras, una volver al agua u otra servir como eslabón en la cadena alimenticia del hombre. Su amo, ¿será un deportista aficionado o un amigo de su sabor?
            La pesca de pavón en el estado Bolívar se ha incrementado con el pasar de los años, en sus inicios, los botes sólo reunían a un grupo de pescadores que debían colocar en sus puestos de trabajos los ejemplares más atractivos, con el único propósito de presentar una opción más al menú del guayanés.
            Actualmente, la captura de esta especie ha tomado otro camino, sus pescadores hallaron  el valor recreativo que implica su práctica. Para ello, se han formado grupos organizados que buscan como objetivo llevar a cabo  esta actividad bajo el lema de “pesca ecológica”.
            La idea de esto, es que los pavones capturados se devuelvan vivos al agua; para ello, se requiere de un equipo especializado en las lanchas, los cuales deben estar dotados con unos viveros -cavas provistas de agua de río- para mantener la vida del pez. La misión que tienen sus participantes es llevar a los animales a un punto de pesaje, en donde se determina la cantidad de libras, para así finalmente regresarlos vivos al agua. Esta competencia  finaliza cuando el pavón nada nuevamente en su hábitat.
            Lo interesante de esta perspectiva deportiva es el espíritu de competencia sana que se consolida, en donde el factor suerte tiene mucha incidencia, pues hay que tomar en cuenta que encontrar el lugar idóneo para realizar la pesca es una tarea que puede llevarse varias horas.

Y sigue siendo un pez
            La finalidad y el método marcan diferencia entre la pesca tradicional y la deportiva. La primera es considerada depredadora, ya que se utilizan los llamados “alevines”, peces pequeños, para llamar a los pavones. Mientras que la segunda ayuda a preservar la especie, comentó César García, aficionado a la pesca de pavón con más de cuarenta años de experiencia en el área.
            “Un pescador deportivo va adquiriendo consciencia, inclusive puede venir desde muy lejos, invertir dinero sólo por un día y no se lleva ningún pavón para su casa. Busca sólo disfrutar el momento”, agregó García.
            Para no poner en riesgo la vida del pez, los practicantes de este deporte colocan normativas como la de establecer un mínimo de pesaje de una libra y media o la de llevar no más de cinco pavones en un vivero hasta el punto de pesaje. Ejemplo de ello, es la organización del Mega Campeonato de Pesca de Pavón, evento en el cual de no darse estas condiciones, la pesca realizada podría ser descalificada.
            En la pesca tradicional este tipo de normativas no son tan rígidas, pues hay personas que hasta se montan en una “tripa” o en un “anime” para realizar la captura, ya que los fines son  básicamente  llevarlo a la mesa, expresó García.
            Si se toma como referencia la finalidad deportiva, esta actividad resulta beneficiosa en todo sentido, pues en esa espera que implica la pesca, la persona se relaja, disfrutando de un paisaje natural y al compartir esta afición con la familia y amigos, puede integrar este escenario a una atmósfera de socialización amena.

Pavón al desnudo
            El pavón es un animal depredador pues se alimenta de peces vivos de menor tamaño y ataca cuando siente que existe  algún elemento que está  alterando o amenazando su territorio.
            Pertenece a la familia Cichlidae, una de las más importantes en cuerpos de agua dulce. Presenta colores brillantes y una línea lateral comúnmente dividida en dos segmentos, así lo explica Miguel Fontaine en su investigación “Biología y cultivo de pavones”.
            Por su parte, García afirma que estos peces cuidan y defienden aguerridamente a su cría, por esta razón son calificados de agresivos.
            Para su pesca se recomienda la utilización de señuelos artificiales similares a la forma de un pez, con estos se logra engañarlo, haciendo más efectiva su captura. Además, estas condiciones hacen que sufra de estrés.
            Su reproducción se da una vez al año. No obstante, en represas, diversos estudios han comprobado que la misma llega de dos y hasta tres veces, debido a las condiciones que presentan. En estos lugares no hay muchos depredadores y el agua se mantiene a un mismo nivel.
            Según Miguel Atouan, pescador aficionado con diez años de experiencia, en el estado Bolívar el pavón es más grande. “Cuando el agua es más profunda como en la represa, la pesca cuesta un poco más, porque el pez es de mayor tamaño”.
            En el embalse de Guri el pavón se reproduce y crece en un tamaño enorme, pues tiene más alimento. “Se han logrado conseguir pavones en un promedio de cuatro a cinco libras de peso”, agregó.
            Como es ley en la cadena alimenticia los animales que sobreviven son los más fuertes, al pavón pequeño se lo puede comer un Caribe o una Imara, pez  que se asemeja a una Guabina grande y que inclusive come hasta animales muertos.
           
El “splash” de uno grande
            Ese sonido tan particular que describe el momento mágico de la captura es muy significativo para un pescador, Juan Carlos Bermúdez, miembro de la Asociación Venezolana de Pesca de Pavón señaló que si se está usando un señuelo artificial y siente un movimiento, le coloca todo su corazón y sentimiento, logrando escuchar un estallido de energía cuando ya lo captura. En ese instante se inicia una lucha de gigantes.
            Por otro lado, Miguel Atouan expresó que  es emocionante y excitante. Y que si pesca una  Guabina se lanza al agua nuevamente, porque no entra en competencia.
            Asimismo, Atouan agregó que las mejores horas para pescar oscilan desde las ocho a diez de la mañana y entre las cuatro y diez de la noche.
            En cuanto a las técnicas utilizadas en represas, señaló que se acostumbra ir desde la orilla hacia adentro y con rapalas de profundidad, que es un tipo de nudo utilizado para señuelos que carecen de argolla.
            De igual forma, Atouan recomienda pescar con una “plumita de plomo”,  ideal para río y de fabricación nacional. Se consiguen de colores, ya que el pavón como es un pez muy agresivo, busca las tonalidades brillantes, sobre todo el plateado.
            El método en pesca deportiva se basa principalmente en los lanzamientos de caña, como el de pelota, pero con más práctica. Mientras que en la pesca tradicional, no hay lineamientos, hasta se pueden utilizar mayas para sacar un gran número de ejemplares.
            En todo deporte se puede hacer trampa, y éste no es la excepción. Según Atouan en la pesca de pavón el utilizar “asas”, que son  como jaulas para la captura de  una cantidad de pavones y colocarlos en un sitio determinado puede ahorrar el tiempo de hallarlos, pues ya se tiene ubicado el lugar donde están.
            Otra forma es utilizando carne como anzuelo y hasta las mayas para hacer el mismo procedimiento anterior.
            También se han visto casos en los cuales hay peces con plomo en su interior para aumentar su peso. Sin embargo, esto desvirtúa el verdadero significado de la pesca deportiva, pues la competencia no es limpia, afirmó.
            Esta práctica es peligrosa, al igual que toda actividad en la vida, y más aún si no se toman las condiciones y las normas de seguridad precisas. Es por ello que García, sugiere que contar con un radio, tener un bote en buenas condiciones y salvavidas, es lo primordial.

Orden en la pesca
            Como paraje, el estado Bolívar ofrece innumerables encantos, y engrosando esa lista están los particulares pavones guayaneses.
            Es por esta razón que se llevó a cabo la 2da. Válida del Mega Campeonato de Pesca de Pavón en Caruachi.
            Emma Rahn, Directora Administrativa de Aguas Extremas y representante del evento, señaló que “los pescadores mueren por estar en Guri y Caruachi. La represa presenta condiciones adversas, hay lluvias tormentosas  y  la adrenalina sube”.
            Las aguas locales llamaron a equipos de todos los estados, e incluso internacionales, como fue el caso del equipo “Roy`s Fishing Outfitters”, provenientes de Estados Unidos. Richard Yépez, integrante de este grupo señaló que en este país se está haciendo promoción dicha  actividad como deporte, para ello fue preciso nutrir las aguas norteamericanas con ejemplares llevados desde Venezuela hasta sus ríos, específicamente al sur de la Florida.
            Este evento se clasificó en tres categorías: la “Master”, formada por los 20 primeros del raking de la Asociación Venezolana de Pesca de Pavón; la “Pro”, integrada por todos aquellos que consideraban que son aficionados; y finalmente la “Familiar”, que fue la bandera del evento.
            Y es que en definitiva, “Bolívar es conocido por todos como uno de los estados con mayores recursos hídricos del país. En las aguas del río Caroní hay excelentes ejemplares. Estos peces son más enérgicos en comparación a los de otros embalses, además el paisaje integra un atractivo turístico que está a pocos minutos de la ciudad”, afirmó Juan González, Director General del Mega Campeonato de Pesca de Pavón.
            Estas iniciativas ayudan a organizar a los grupos que se dedican a esta afición, promoviendo  la actividad, premiando los esfuerzos y dando a conocer las potencialidades de cada región.

Pavón a la carta
            La carne del pavón es uno de atractivos más buscados por los pescadores tradicionales. Y es que dicen que así se prepare de la peor forma, siempre será divino al paladar.
            No obstante, el sabor depende de donde lo pesquen. García señaló que hay sitios, como las  represas nuevas, en las cuales el fondo no está  bien segmentado y hay barro, estos lugares tienden a dejar una ligera sensación de tierra en el pavón.
            La concentración de este sabor aumenta si se degustan ejemplares de mayor tamaño, pues estos comen peces más pequeños que ya vienen con carga de barro.
            Se sugiere comerlo cuando sea capturado en aguas limpias, sobre todo hacia el Amazonas o en los embalses de Camatagua.
            Pero hay que recordar el dicho que dice, “primero la trucha y después el pavón”. Ya sea frito u horneado, asado o al vapor, con papas o arroz, entre más simple es su preparación, mejor será su sabor.
            Y como dato interesante, García añadió que una compañía inglesa años atrás tenía una finca en Apure y mensualmente salía un avión con cavas llenas de pavón para la reina de Inglaterra.

Reconózcalos con lupa
            Juan Carlos Meléndez, aficionado, miembro de la Asociación Venezolana de Pesca de Pavón y representante del  Big Bass Club, señaló que en la represa de Caruachi se encuentran dos tipos de pavones, el Cichla Temensis, que se reconoce por  tener tres franjas verticales de color negro en el cuerpo; y el Cichla Ocellaris, que tiene tres ocelos negros aureolados de amarillo a lo largo del cuerpo y uno más en la base de la aleta caudal.
            Existe un tercero, llamado Cichla Nigrolineatus, porque tiene una sola línea negra desde la agalla hasta la cola.
            No obstante, la International Game Fish Assiociation (IGFA), ente que reúne todo lo que es pesca deportiva mundialmente, acaba de realizar un estudio en donde encontraron dos variedades nuevas, a parte de las tres que ya se conocen, pero que aún están en estudio.


Bocadillos curiosos


  • A los peces pequeños que no llegan al tamaño de la palma de la mano se les llama “llaveritos”.
  • Los señuelos “flor de agua” son utilizados a niveles no tan profundos del río. No son recomendados para la pesca en el estado Bolívar.
  • El señuelo se usa hasta que se pierde, se rompe o hasta que el pescador “caza una iguana”. Esta expresión es utilizada cuando éste es lanzado muy alto y se queda enganchado en una rama.
  • Es más fácil pescar un pavón bajo la sombra y no bajo el sol, pues éste siempre busca el agua más fresca y fría.
  • A la persona que durante la travesía hace muchas torpezas se le bautiza como “bavón”.
  • El mayor número de pescadores organizados se encuentran en Valencia.
  • En este deporte la creatividad también se hace presente en los nombres de los equipos que participan, pues se pueden encontrar desde nombres de señuelos, peces, ríos y hasta asociaciones con elementos acuáticos.

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